Mi identidad en Cristo (Parte 1 & 2)

Mi identidad en Cristo (Parte 1 & 2)

El blog de Luci

Mi identidad en Cristo (Parte 1)

 

2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, él (ella) es una nueva creación. lo viejo ha fallecido; Mirad, lo nuevo ha llegado”.

Romanos 8:1 “Por tanto, ahora ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”.

John 15:15 “Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todo lo que he oído de mi Padre os lo he hecho saber”.

Cuando era una niña pequeña, Recuerdo haber tenido una sensación general de felicidad y libertad por ser niño.. Pero a medida que crecí y comencé a desarrollar la conciencia de mi identidad dentro de mi unidad familiar y me convertí en víctima de abuso verbal y físico., Mi perspectiva sobre quién era comenzó a cambiar..

En el ojo de mi mente, yo era feo, estúpido, y en general, una chica patética a la que nadie amaba ni quería estar. Recuerdo a mi padre diciendo una y otra vez, “¿Por qué no puedes ser como tu hermano o por qué no puedes ser como tu hermana?”?"Se refería a los hermanos mayores que habían seguido adelante y tuvieron éxito., en sus ojos. Por su frustración y su ira desenfrenada., atacó y nos hizo sentir indeseados mientras nos humillaba abusando de nosotros verbalmente.. Mi madre era una persona tranquila., mujer sumisa con multiples (Total de 15) niños para cuidar. Ella no estaba involucrada en nuestras vidas excepto para atender nuestras necesidades físicas.. Y los hermanos que todavía estaban en el hogar., Me trataron con gran desprecio y me golpearon regularmente.. A la edad 11, Estaba siendo abusada sexualmente por dos de mis hermanos mayores y cuando tenía 12, Perdí mi virginidad con un hombre drogadicto que era 14 años mayor, que vivia en el barrio. Literalmente se aprovechó de mi desesperada necesidad de amor y afecto y me convenció de cooperar con sus intenciones egoístas.. No se lo dije a nadie porque pensé que me culparían.; Creí en mi joven corazón que era mi culpa.

Me sentí como un fracaso, que cuando yo era un joven adolescente, Empecé a medicarme con vino y cerveza., y en un momento, Me sentí tan desesperado, Intenté quitarme la vida! Obviamente, no tuve éxito, pero en ese momento, Creí que era un fracaso incluso en eso.! No sólo me sentía indigno de ser amado sino que también me sentía sucio y tenía un gran sentimiento de vergüenza que me cubría como una espesa nube..

A medida que crecía en mi adolescencia, Continué abusando del alcohol, agregando licor fuerte y fue introducido a todo tipo de drogas ilegales, con el que experimenté a diario. Viví una vida destructiva de abuso de sustancias y promiscuidad.. y a la edad 24, Cometí lo que pensé que era un delito imperdonable al abortar., Básicamente, poner fin a la vida de lo que resultaría ser mi único hijo biológico.. Este evento me sumergió más profundamente en una sensación de autodesprecio y vacío que aún no había experimentado.. En el momento en que estaba 25, mi sentido de autoestima estaba en el hoyo; No tenía esperanza ni propósito para mi futuro..

Entonces sucedió! El Señor Jesús, que me había estado persiguiendo durante años a través del testimonio de otros seguidores de Cristo, Me abrió los ojos a su asombrosa aceptación., amor y misericordia para mi. Y puedo recordar la sensación de esperanza y amor que fluyó a través de mí como un río caudaloso.! Fue increíble! Mi autoperspectiva cambió ese día.. Me atreví a creer que podía ser algo más de lo que me había acostumbrado.. Y me embarqué en una misión de por vida para conocer al Dios que estaría dispuesto a morir por mí., un patético, pecaminoso, chica fea y estúpida. Fueron necesarios años de lectura de la Biblia., Apoyo de otros creyentes en Jesús y algo de asesoramiento bíblico., para mí aceptar mi nueva identidad mientras abrazaba 2 Corintios 5:17, que nos dice, “De modo que si alguno está en Cristo, él (ella) es una nueva creación. lo viejo ha fallecido; Mirad, lo nuevo ha llegado”.

Hoy, después de caminar con el Señor por más 37 años, tener su asombroso Espíritu Santo viviendo en mí, Acepto la verdad de que soy la preciosa hija de Dios., amado y apreciado más allá de mis sueños más locos! me ha dado dignidad, autoestima y una esperanza futura. Ya no me condeno porque según Romanos 8:1, “Por tanto, ahora ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”. Ya no acepto el intento de otros de manipularme o menospreciarme.. He llegado a comprender que puedo tener límites y mantener el control., por el poder y la guía del Espíritu Santo.

Bendiciones,

Luces

Ver Mi identidad en Cristo (Parte 2) abajo.

 

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Mi identidad en Cristo (Parte 2)

 

PREGUNTAS:

cual es tu identidad? ¿En qué se diferencia de cuando conociste y recibiste a Jesús como tu Señor??

Mientras Jesús caminaba por la tierra, Enseñar y predicar sobre el Reino de Dios., Validó a las mujeres y les mostró gran misericordia y respeto.. Fue en contra de la cultura en la que vivían.. A diferencia de, su cultura los trataba como ciudadanos de tercera clase, con pocos derechos o respeto. El aceptó, curado, Los amé y les enseñé.. Y Él está disponible para hacer lo mismo por ti y por mí hoy.!

Según los romanos 8:17, aquellos que se han arrepentido de sus pecados y han recibido a Jesús como su Señor y Salvador, convertirse en sus herederos (que es aquel que recibe la propiedad de un inmueble y de todo lo que en él hay), pero en este caso, Estamos recibiendo el Reino de Dios en toda su asombrosa belleza y perfección.. Somos preciosas y amadas hijas del Rey y lo seremos por toda la eternidad.!

Quiero que te imagines vestido con un lujoso, túnica blanca que fluye, que es el símbolo de la pureza y la perfección, y leamos lo que dice en Isaías 61:1-3, que fue escrito 740-700 antes de Cristo (antes de que Jesús caminara por esta tierra).

“El espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a vendar a los quebrantados de corazón., proclamar libertad a los cautivos, y la apertura de la cárcel a los presos; para proclamar el año de gracia del Señor, y el día de la venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran; para conceder a los que lloran en Sión – darles un hermoso tocado en lugar de cenizas, el aceite de alegría en lugar de luto, el manto de alabanza en lugar de un espíritu débil; para que sean llamados encinas de justicia, la plantación del señor, para que sea glorificado”. ESV

Dios toma nuestros trapos de inmundicia, que es un símbolo de nuestras vidas rotas, y Él los reemplaza con limpios, túnicas blancas o justicia, comodidad, cicatrización, alegría, paz y fuerza!

Isaías 61:10 “Mi alma se regocijará mucho en el Señor, mi alma se regocijará en mi Dios; porque me ha vestido con vestiduras de salvación, Me ha envuelto con manto de justicia, como el novio se adorna con una guirnalda y como la novia se adorna con sus joyas”.

Bendiciones,

Luces

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De la vergüenza a la victoria (Parte 2): El abuso comenzó en la adolescencia

Rhonda’s Story

My dad had a workshop in the basement where he had pin up girls on the wall. He had playboy and Penthouse magazines in the cupboard that my brother and his friends would look at.

Around the time I was between 8-10, I walked down the stairs and found my dad watching a pornographic movie while having a meal. I was horrified. My father was so disrespectful to women and he constantly joked in a demeaning way in front of my mom and other women.

Dad would drink every day. And every Friday night he cashed his check and came home with his weekend alcohol supply. Dad would always be in a good mood. He would take a shower and his friends would start rolling in. He always smelled so good. In the beginning, it was exciting for me to see who would stop by; I liked having company. But as the weekend parties continued it became evident that my dad’s friends wanted to do inappropriate things to me.

My mom would usually stay upstairs and lose herself in her books, trying to ignore everything around her. I would hang downstairs trying to get my dad’s attention over his friends and his drinking. When I was between 8 y 9, I recall one of his friends pinning me down, laughing and holding my arms down while he tried to kiss me. I was kicking and screaming, telling him to stop as my parents watched. I couldn’t believe they weren’t helping me! Felling vulnerable, I spent many years pushing the bed across my bedroom door, afraid someone would come and hurt me. Because of my parents’ and my brother’s behavior towards me, I learned that I had no value. My mom never wanted me and I wasn’t worth being protected by my dad; I felt so unloved.

During middle school, my brother and I always came home to an empty house. The two neighbor boys would come over and try and kiss me, pin me down and they would force me to do inappropriate things with them. I was told not to tell or I would get beat up. I never told.

Entonces, I would race home, grab all the hangers and pens in the house (my brother could open the door with a metal hanger or the ink stick of the pen), lock the bathroom door before by brother got home so he couldn’t beat me up. I would wait in fear as he banged on the door telling me to open it. Eventually he always found a way in. I would run through the house and try to get away as he threw knives at me. If I made it back to the bathroom the knives would be stuck in the door. He would beat me up! I didn’t tell because nobody stopped the other bad things that were happening to me. My mother always justified and made excuses for my brother’s behavior because he was her favorite; my dad was hard on my brother; I was dad’s favorite so I got the brunt of that from my mother.

 

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